El único

El atleta jamaicano Usain Bolt, tras lograr los títulos olímpicos y récords mundiales de 100 (9.69) y 200 m. (19.30), es el  único hombre capaz, a mi juicio y en un espacio de 2 o 3 años, de batir la codiciada plusmarca de 400 metros que posee el tejano Michael Johnson (43.18) desde 1999. Sus condiciones naturales son excepcionales. Con tan sólo 17 años  realizó 45.35 en esa distancia. Pero necesitará introducir cambios sensibles en su planificación y entrenamiento para lograr este reto.

Para empezar, deberá prestar mucha más atención al desarrollo de la resistencia a la velocidad para poder soportar el alto grado de acumulación de ácido láctico que se produce en esta prueba. Y deberá hacerlo procurando perder la menor velocidad de base posible, ya que, de esta manera, dispondrá de un mayor potencial de reserva de velocidad en cada parcial de la prueba.

Sobre el papel, manteniendo una holgura de 1,01 segundo por encima de su valor en 100 metros (10.70), lo que implica que utilice en torno al 90% de su  velocidad de base, obtendría el gran registro de 42.80 en 400 metros. Se convertiría en el primer hombre en romper la barrera de los 43 segundos y poseer simultáneamente los tres récords de velocidad individual, a los que hay que añadir la plusmarca del cuarteto de Jamaica de 4x100 metros, de la que él formó parte.

Pero es probable que, debido al incremento del volumen del entrenamiento que tendrá que afrontar, pudiese empeorar algo su rendimiento en el hectómetro. No obstante, puede compensarlo perfectamente mejorando el porcentaje de reserva en cada parcial de 400 metros. El sueño es tentador. Creo que puede hacerlo e incluso rebajar esta previsión.

Sin embargo, las ambiciones exigen sacrificios. Y si bien es cierto que podrá compaginar con éxito, tal y como hizo Michael Johnson, los 200 y 400 metros, tendrá serias dificultades para simultanearlo, en la alta competición, con los 100 metros. Sería la distancia sacrificada y quedaría huérfano de la estrella actual del atletismo. Y aquí entran en escena sus posibles compromisos publicitarios e intereses económicos.

Publicado en La Voz de Galicia