Variables para desafiar los límites humanos
30.09.2008 10:03La flamante plusmarca mundial lograda por el etíope Gebrselassie en la maratón de Berlín (2.04.26) resucita el debate sobre las posibilidades de los atletas africanos negros, especialmente los keniatas y etíopes, de atentar contra los límites humanos en las carreras de resistencia. Tras el vigésimo quinto récord mundial que atesora este hombre de aspecto frágil (1,60 m. y 54 kg) y sonrisa permanente, cabe preguntarnos nuevamente cuál es la explicación que justifica sus grandes gestas en las carreras de resistencia. Sin duda, esgrimir una sola respuesta supondría una simplificación excesiva del debate. Hay que barajar variables de procedencia diversa que contribuyen, en proporciones distintas y con conexiones entre ellas, a entender en parte cómo es posible que un hombre sea capaz de correr algo más de 42 km con un ritmo de menos de tres minutos cada km.
Al margen de las variables anatómico- fisiológicas que inciden sobre la resistencia (bajo peso corporal; alta capacidad vital; poco volumen muscular; alto consumo de oxígeno; gran concentración de enzimas oxidativas; alto porcentaje de fibras de contracción lenta; volumen sistólico, etc… ), el patrón técnico de la carrera es determinante para afrontar una maratón. Gebreselassie posee una mecánica económica y eficiente, fruto, en parte, de unos tobillos prodigiosos que se han adaptado perfectamente al asfalto.
Pero este hombre también encarna algunos de los rasgos sociológicos del continente africano. Por ejemplo, el sentido del pedestrismo. Lejos de la filosofía que impregna la práctica del footing o jogging en los países más industrializados, la carrera pedestre supone en Etiopía o Kenia una necesidad más que un instrumento de ocio, ya que tienen que afrontar grandes distancias diarias. También los propios hábitos sociales. Mientras una parte significativa de la juventud europea se refugia en los avances de las sociedades de confort en las que, cada vez con más intensidad, se precisa un menor grado de esfuerzo físico, los niños africanos siguen asumiendo las mismas exigencias físicas que sus antelados. Todo esto afecta a los deportes muy agonísticos.
Tampoco hay que olvidar que para realizar este récord ha tenido que realizar una perfecta planificación deportiva. Gebreselassie renunció a estar presente en el Mundial de Osaka. Buscaba este récord, percibiendo de antemano la imposibilidad de conseguirlo en la ciudad japonesa. Los escenarios de entrenamiento en altitud de Etiopía favorecen el objetivo. Y, desde que en el año 2004 Gebreselassie se alejó del atletismo en pista, sus ingresos por participar en cada carrera de maratón le han supuesto unos ingresos considerables. Ya sabemos que la motivación en el deporte es muy importante. Ha anunciado que seguirá corriendo. Me alegro.
Publicado en La Voz de Galicia
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