El marco conceptual del atletismo
El atletismo, como actividad física, surge con el propio origen del hombre, a través de movimientos básicos y naturales, como correr, saltar y lanzar, utilizados para asegurar la supervivencia y conservación de la especie. Desde una perspectiva deportiva el atletismo representa un ”conjunto de prácticas deportivas integradas por habilidades y destrezas básicas en el comportamiento motriz del ser humano, como son las carreras, marcha, saltos y lanzamientos, realizadas bajo unas normas que regulan la competición” (Hornillos, 2000). Una habilidad motriz básica representa una competencia adquirida por un sujeto para realizar una tarea concreta. Se trata de la capacidad para resolver un problema motor específico, para elaborar y dar una respuesta eficiente y económica, con la finalidad de alcanzar un objetivo preciso. Es el resultado de un aprendizaje, a menudo largo que depende del conjunto de recursos de que dispone el individuo, es decir, de sus capacidades para transformar su repertorio de respuestas (Durand, 1988).
Las acciones motrices que aparecen de modo filogenético en la evolución del ser humano, tales como correr, marchar, girar, saltar, lanzar y recepción, son consideradas como habilidades y destrezas básicas. Por dicho motivo, el atletismo es considerado un deporte fundamenta o básico. Los autores Godfrey y Kephart (1969) agrupan los movimientos básicos en dos grandes categorías:
- Movimientos que implican fundamentalmente el manejo del propio cuerpo: tareas de locomoción (andar, correr, etc.) y tareas relacionadas con el equilibrio postural básico, como estar sentado o de pie.
- Movimientos en los que la acción fundamental se centra en el manejo de objetos: tareas manipulativas (lanzar, recepcionar, golpear, etc.). Por ejemplo, el salto con pértiga, aunque esta disciplina también precisa de una locomoción previa en forma de carrera. Asimismo todos los lanzamientos atléticos (peso, disco, jabalina y martillo), si bien no se excluye tampoco la necesidad de precisar un adecuado manejo del propio cuerpo, a la hora de proyectarlos, y de requerir un alto desarrollo del equilibrio.
Desde la perspectiva ontogenética, la autora A. Harrow (1978) contempla que el primer nivel lo constituyen los movimientos reflejos, reacciones ante ciertos estímulos sin pasar por la voluntad consciente del individuo. En el segundo nivel son los movimientos fundamentales o básicos los que el niño desarrolla en el primer año de vida y que constituyen la base de nuevas conquistas, tales como movimientos locomotores, estáticos y manipulativos. Estas formas de motricidad tienen un componente filogenético muy desarrollado. Sobre ellos se irán construyendo otras tareas motrices habituales, como caminar, tirar y empujar, sostener, levantar, agacharse e incorporarse, correr y saltar.
Por su parte Sánchez Bañuelos (1984), propone la siguiente clasificación de habilidades y destrezas básicas: desplazamientos, saltos, giros, lanzamientos y recepciones e indica que cualquier movimiento, por complejo que sea, resulta por combinación de las habilidades y destrezas básicas. Existen siete movimientos fundamentales, como son: la marcha, carrera, el salto, lanzamiento, recepción, golpeo y pateo que representan las habilidades básicas (Ruiz, 1987). Precisamente cinco de esas siete acciones están integradas dentro del propio atletismo, deporte que eleva a la máxima expresión de eficacia y perfección cada una de ellas. El citado autor, considera a las habilidades motrices básicas, englobando todas las acciones posibles en tres apartados o áreas concretas:
- Locomotrices, que integran a las diversas formas de desplazamientos: andar, correr, saltar, galopar, deslizarse, rodar, trepar, etc.
- No locomotrices, fundamentadas en el manejo y dominio del cuerpo en el espacio: balancearse, girar, retroceder, colgarse, inclinarse, equilibrarse, etc.
- Proyección - recepción, basadas en la manipulación, proyección y recepción de objetos: lanzar, recepcionar, batear, atrapar, etc.
Desde un punto de vista genérico, se consideran como habilidades y destrezas atléticas básicas a: 1) los desplazamientos (caminar y correr), 2) los saltos y 3) los lanzamientos. En estos tres grandes apartados, se encuentran incluidas todas las clasificaciones citadas con anterioridad: locomotrices (desplazamientos), no locomotrices (giros en los lanzamientos) y proyección-recepción (lanzamientos de artefactos y transferencia de testigos). También se incluyen movimientos que implican fundamentalmente el manejo del cuerpo o el de los objetos. En los concursos del atletismo (saltos y lanzamientos), como en el deporte en general, se encuentran representadas varias habilidades básicas en una misma habilidad específica. Por ejemplo, en el transcurso de la ejecución del lanzamiento de jabalina, se expresan también otras habilidades motrices, al margen del propio lanzamiento (ver diapositiva).
Esta combinación de habilidades básicas dentro de las técnicas atléticas se manifiesta, en mayor o menor medida, en un porcentaje importante del resto de disciplinas. Una especialidad es más compleja técnicamente cuando integre a un mayor repertorio de habilidades básicas, lo que exigirá un mayor compromiso de las capacidades coordinativas. En la siguiente diapositiva se aprecia la integración delas habilidades básicas en cada una de las disciplinas atléticas. El paso de la valla no se considera un salto, aunque se amplifique la fase de vuelo. Tampoco un giro global, si bien existen rotaciones segmentarias (1).
Por todo ello, el atletismo es un deporte con unas características que lo definen como deporte multifacético, integrado por distintas y variadas habilidades motrices básicas de dónde surgen las habilidades atléticas específicas. Estas habilidades se manifiestan desde las acciones motrices más naturales en el ser humano, como el desplazamiento lento en forma de carrera, hasta especialidades mucho más complejas, como el salto con pértiga o el lanzamiento de martillo.
Precisamente estas tres habilidades básicas (desplazamientos, saltos y lanzamientos) adquieren en el atletismo la mayor eficacia y perfección, en situaciones y formas distintas. La carrera representa una habilidad que se encuentra integrada en la mayoría de las especialidades atléticas. Es por ello, que tendrá un significado especial a la hora de plantear el aprendizaje de gran cantidad de habilidades específicas, ya que, sin su dominio, no será posible abordar con garantías el resto de destrezas.
El desarrollo correcto de las habilidades básicas, a través de la mejora de las capacidades coordinativas y en parte también de su condición física, será indispensable para abordar con éxito las específicas. También la consecución de habilidades perceptivo motoras que integran una parte relevante de los objetivos de la Educación Física y del atletismo en las etapas de formación deportiva, aunque también representan unos prerrequisitos básicos en la mayoría de los deportes.
Esta naturalidad de las habilidades básicas es resaltada en otras definiciones: “El atletismo, deporte natural por excelencia, constituye por si mismo la preparación física más completa y permite al ser humano el reencuentro con gestos atávicos, bajo formas sujetas a la normativa del reglamento” (Ballesteros, 1985). Desde el punto de vista etimológico, la palabra atleta proviene del griego antiguo αθλος (athlos), que significaba "competición". “Bajo este titulo se encuentra el museo más antiguo, el conservatorio más preciso de los gestos naturales del hombre, la base y la matriz de todas las disciplinas del estadio” (Bravo, 1990)
El atletismo, mediatizado en gran medida por la cultura helénica, lleva acuñado el concepto clásico de ascetismo, término que proviene del griego askeo (ejercitar), cuyas bases filosóficas exigen una gran disciplina, sacrificio y esfuerzo personal para alcanzar el fin supremo, muy vinculado a la divinidad. No es menos cierto que la actual sociedad el sentimiento hedonista, del griego hedoné (placer), se contrapone a esa forma de entender el atletismo. La mayor oferta deportiva a la que acceden los jóvenes, salpicada con un mayor compromiso por lo lúdico está transformando la vertiente competitiva del atletismo.
Características generales del atletismo. Entre los más significativos rasgos o características asociadas al atletismo, se destaca que representa un deporte individual; fundamental, olímpico, universal, formativo y popular.
Deporte individual. El atleta es el responsable único, a través de sus decisiones y ejecución del desarrollo y del resultado de la competición deportiva. El hombre se enfrenta en soledad ante el esfuerzo, de tal manera que los registros obtenidos, salvo las pruebas de relevos, dependen de su actuación. Dentro de esta individualidad, se pueden expresar las siguientes o posibilidades:
- Actuaciones de ejecución aislada. Cuando el atleta actúa de manera aislada, sin que sus contrincantes intervengan a la vez. Esto sucede en todos los concursos atléticos (saltos y lanzamientos).
- Actuaciones de ejecución aislada, en el contexto de un grupo. Cuando los atletas participan de manera simultánea, pero dentro de un escenario acotado para cada competidor. Por ejemplo, durante las carreras de velocidad y vallas, que se disputan por calles.
- Actuaciones de ejecución incardinada, en el contexto de un grupo. Cuando el atleta compite contra otros contrincantes (grupo) de manera simultánea, dando lugar a interacciones ya que el escenario es compartido por todos. Por ejemplo, en las carreras de fondo (pista, campo a través o ruta).
No obstante, en el atletismo también existen las disciplinas de equipos, por ejemplo las carreras de relevos, cuyo resultado surge de una actuación individual, sucesiva y coordinada entre los cuatro componentes.
Deporte fundamental. El calificativo de fundamental, es frecuentemente asociado al atletismo. Existen una serie de razones que justifican sobradamente este término:
- El atletismo brota de la propia humanidad ya que sus gestos básicos (desplazamientos, saltos y lanzamientos) están arraigados indefectiblemente al comportamiento motriz del ser humano.
- Los INEFs y las Facultades de Ciencias del Deporte y la Educación Física incluyen en sus respectivos planes de estudios, como elemento común, la enseñanza del atletismo ya que supone una herramienta de trabajo primordial para el futuro profesional del graduado.
- Desde el punto de vista de la investigación deportiva, el atletismo es una continua fuente de avances que se transfieren a otras modalidades deportivas. Prueba de ello, por ejemplo, son los sistemas de entrenamiento utilizados en gran cantidad de deportes, cuyos orígenes proceden del propio atletismo.
- Desde la perspectiva de la iniciación deportiva y debido a la heterogeneidad de sus modalidades, la práctica genérica del atletismo supone la adquisición de una base sólida para la inmensa mayoría de los deportes. En este sentido la diversidad de disciplinas que lo componen precisan de unos altos niveles de condición física, en sus diferentes manifestaciones: fuerza explosiva, velocidad, resistencia anaeróbica, aeróbica, resistencia a la fuerza rápida, flexibilidad… etc. También desde el punto de vista de la coordinación el atletismo posee una enorme riqueza motriz.
- Por otra parte el atletismo no es un deporte exclusivista porque las tipologías más dispares se pueden dar cita en cualquier reunión atlética ya que la diversidad de sus especialidades lo permiten.
Deporte olímpico: El atletismo es el más olímpico de los deportes. De hecho fue una carrera de velocidad (estadio) la que comenzó la andadura del olimpismo (776 a.C). A lo largo de la historia las habilidades atléticas han ido siempre ligadas a los Juegos Olímpicos, en la antigua Grecia como actividades competitivas fundamentales, con una intención de preparación para la guerra y para honrar a los dioses, sirviendo además de hermanamiento entre los pueblos. El propio Platón acuñó en sus obras para la posteridad los valores asociados a la práctica atlética. Idea esta última que lleva a Pierre de Cubertain a fundar los Juegos de Era Moderna, donde el atletismo tenía y ha seguido teniendo el principal protagonismo, ya que a través de las diferentes disciplinas que lo componen se refleja de la forma más fiel el lema olímpico: Citius, Altius, Fortius.
Deporte universal. La práctica reglada del atletismo se encuentra extendida en la mayoría de los países del mundo. La I.A.A.F. (Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo) está integrada por 220 países (año 2014). Esta universalidad permite que existan campeones y excelentes atletas en los lugares más recónditos del planeta.

Deporte formativo: En la actualidad los fines que se persiguen con la práctica y enseñanza de las habilidades atléticas, no sólo afecta al rendimiento atlético, sino también a la esfera educativa y recreativa. Autores como Le Boulch (1991), resaltan la trascendencia de las disciplinas atléticas como elementos fundamentales en la educación psicomotriz del niño. Su importancia para la educación integral del ser humano, radica precisamente en su carácter de habilidades motrices básicas. Las disciplinas atléticas permiten desarrollar gran parte de las necesidades psicomotrices del niño a partir de los 6 años y a través de su práctica se desarrolla en un grado extraordinario las aptitudes motrices básicas. Hay que destacar la dimensión educativa de las actividades atléticas, que por si mismas responden a un planteamiento educativo motriz cocompleto, se adecuan perfectamente a los objetivos y contenidos de los nuevos planes de estudio de la Educación Física, dentro del diseño curricular de base para la enseñanza primaria y secundaria. Las disciplinas atléticas inciden de una manera muy directa en todos los ejes curriculares que constituyen las ideas u objetivos básicos para la asignatura de la Educación Física dentro de la concepción curricular de la reforma.

Deporte popular. La naturalidad de algunas de las disciplinas del atletismo otorga popularidad a este deporte. Las reglas son muy fáciles de entender: gana el que llegue antes, salte o lance más. Asimismo las denominadas carreras populares, que proliferan en nuestro país, algunas con varias décadas de antigüedad, congregan a miles de personas, aficionadas y federadas, en una gran cantidad de ciudades. Suele ser manifestaciones deportivas ya tradicionales en la oferta de cada ayuntamiento que están contribuyendo a afianzar los hábitos saludables de la población a través del ejercicio físico.
Por estos y otros muchos motivos hoy día nadie discute la importancia social y universalidad, del atletismo.
Manifestaciones del atletismo
El atletismo adquiere dimensiones sociales distintas, según los objetivos que presidan su práctica. Las manifestaciones más relevantes se refieren a:
- El atletismo como deporte de competición, cuyo principal objetivo es la búsqueda del rendimiento. Para ello, el sujeto se somete a sesiones perfectamente planificadas y programadas con el fin de superar sus propios límites personales.
- El atletismo dentro de la esfera de la Educación Física. Tal y como antes se ha mencionado, la práctica de las habilidades atléticas, en las enseñanzas de Primaria y Secundaria, contribuye notablemente a la educación integral del sujeto a través de la gran riqueza coordinativa y condicional de sus disciplinas.
- El atletismo como actividad física saludable. La participación de una parte muy significativa de la sociedad en programas dirigidos a proteger y desarrollar los niveles de salud mediante la práctica del ejercicio físico, encuentra en el atletismo, especialmente en las carreras de resistencia aeróbica, una excelente herramienta.
- El atletismo en la esfera recreativa. El atletismo también forma parte cada vez con más fuerza de la oferta de ocio y recreación, aspectos vinculados también al ámbito saludable. Sobre todo en la especialidad de carrera de fondo cada vez son más los practicantes de cualquier edad y sexo que se ejercitan regularmente, por motivaciones distintas (salud, control de peso, etc).
Clasificación de las habilidades atléticas
Existen diferentes criterios para poder clasificar a las especialidades atléticas, atendiendo a las siguientes variables que guardan una estrecha relación entre las mismas:
- La complejidad técnica.
- La riqueza motriz
- El tipo de aceleración
- Las vías energéticas predominantes
- Las cualidades físicas
- Las condiciones del entorno
- El escenario competitivo
1. La complejidad técnica
Hay que partir del hecho de que la dificultad técnica en las pruebas que componen el programa atlético es muy variable. Desde la carrera de resistencia más larga (maratón) hasta el salto con pértiga, especialidad ubicada entre las cinco más complejas de todos los deportes, existe una gama de complejidad creciente. Algunas disciplinas, pruebas más naturales, reflejan formas motrices más o menos básicas del ser humano, como la locomoción bípeda realizada con cierta celeridad (carrera a trote); otras, en donde la búsqueda del máximo rendimiento modifica este gesto natural y convierte a las pruebas en naturales adaptadas, (paso de obstáculos o vallas). Otras que han derivado de la adaptación de las pruebas naturales a gestos muy concretos, transformándose en técnicas específicas, muy alejadas de los primitivos gestos naturales del ser humano (salto con pértiga o lanzamiento de martillo).
Es obvio que esta clasificación podría enriquecerse más si se consideran, a su vez, las variantes técnicas de casa especialidad (salto de longitud, transferencia en los relevos, lanzamiento de peso, altura, etc.). Sin embargo, respaldando el argumento de Rius (1.989), el orden no pretende ser exacto, sino más bien orientativo. Tampoco se olvida que, dentro de las pruebas naturales (carreras en general), también existen técnicas específicas como la salida de tacos en la velocidad o el paso de la ría en la de obstáculos.
2. La riqueza motriz
Este criterio se refiere a la secuenciación de la estructura que compone la habilidad, ya que no todas las pruebas atléticas se componen de la misma variedad de gestos. Existe la siguiente división:
- Cíclicas: Las partes que integran la estructura se repiten una y otra vez, configurando una sucesión de ciclos. Esto sucede en todas las carreras lisas y la marcha atlética.
- Acíclicas: Acciones diferentes en la estructura, enclavadas en movimientos discretos, es decir, con un principio y un fin sin solución de continuidad. En el atletismo los ejemplos son los concursos de saltos y de lanzamientos. No obstante, tanto los saltos como el lanzamiento de jabalina son precedidos por acciones cíclicas (carrera).
- Cíclicas rítmicas: Sucesión rítmica de partes cíclicas con acciones acíclicas (carreras de vallas y de obstáculos).
3. El tipo de aceleración
La aceleración, referido al propio cuerpo (saltos o carreras) o transmitida a un artefacto (lanzamientos) es el objetivo de las acciones realizadas por el atleta para obtener un mayor rendimiento. Las formas en las que puede manifestarse son:
- Lineal: Aceleración en línea (carreras, vallas, longitud, triple, jabalina, y peso lineal). A su ve puede ser 1) con carrera (longitud, pértiga, triple salto y jabalina) y 2) sin carrera (lanzamiento de peso estilo O'Brian o Lineal)
- Angular: Aceleración giratoria (martillo, disco y peso giratorio).
- Mixta: Aceleración lineal y angular (altura, estilo Fosbury).
- Sin giro: Longitud y triple.
- Giro sobre el eje longitudinal: Martillo, jabalina, disco.
- Giro sobre los ejes longitudinal y transversal: Pértiga, peso y altura (Fosbury).
4. Las vías energéticas predominantes
Los diferentes sistemas energéticos actúan de manera simultánea, pero con protagonismo de alguno sobre los demás, en función de las disciplina de la que se trate (duración e intensidad). En esta línea existen disciplinas:
- De predominio anaeróbico aláctico: fundamentalmente los saltos, lanzamientos y carreras de velocidad cortas.
- De predominio anaeróbico láctico: 400 m., 400 m.v. y 800 m.
- De predominio aeróbico: 5.000 m. 10.000 m. Maratón, Marcha Atlética.
5. Las cualidades físicas
Las cualidades físicas no se expresan en el deporte en un estado puro, sino que se encuentran entremezcladas, de tal manera que en cada especialidad atlética existe una mayor o menor presencia de la mayoría de las mismas. Aún así, desde un punto de vista genérico, las disciplinas atléticas se pueden dividir en:
- Especialidades de velocidad: 100, 200, 400 m. A pesar de ello, tienen una gran dependencia de la fuerza, por lo que también se pueden reconocer como disciplinas de fuerza rápida, junto a los saltos y lanzamientos. Asimismo existe una dependencia de la resistencia (anaeróbica), en especial las carreras más largas (200 y 400 m.). Por ello, a veces se las denomina también a estas últimas distancias de velocidad prolongada o resistencia anaeróbica.
- Especialidades de fuerza: La fuerza es necesaria en todas lasa disciplinas, aunque en mayor medida en el caso de los saltos, lanzamientos y distancias de velocidad y vallas. Una dimensión muy importante en el atletismo de esta cualidad es la fuerza rápida o explosiva, por lo que también pueden recibir ese nombre.
- Especialidades de resistencia aeróbica: Fundamentalmente en las carreras más largas del programa, como 5.000 m., 10.000 m., Maratón y pruebas de marcha (20 y 50 km). No obstante el componente aeróbico también tiene una cierta aportación en las carreras de velocidad, pero su protagonismo disminuye a medida que la distancia es menor.
- Especialidades de resistencia anaeróbica: 400 m., 800 m., en las que exige una gran capacidad de resistencia a la velocidad.
Se han mencionado diversas cualidades físicas, excepto la movilidad articular o flexibilidad. Esta capacidad también tendrá una especial relevancia en pruebas como el salto de altura, salto con pértiga, lanzamiento de jabalina o carreras de vallas. Tiene una gran importancia porque es una capacidad posibilista.
6. Las condiciones del entorno
En este apartado se estudian las especialidades atléticas siguiendo el modelo de Marteniuk (1976), basado en las características del mecanismo perceptivo, de decisión y de ejecución.
Mecanismo de percepción: Dentro de este apartado, y analizando las condiciones del entorno en los que se realiza la práctica deportiva, se encuentran situaciones que reflejan tareas:
- Predominantemente perceptivas (Knapp, 1.963): Presididas por continuos cambios en el entorno del deportista. Esta característica es típica en los deportes colectivos, como el fútbol, baloncesto, balonmano, etc. En el atletismo esta situación es poco relevante.
- Predominantemente habituales (Knapp, 1.963): Condiciones del entorno supuestamente estables y previsibles. Esta situación es característica del atletismo, en general. Por ejemplo, el saltador de altura, cuando interviene en Pista Cubierta, no tiene que sufrir las modificaciones ambientales.
También, dentro del mecanismo de percepción existe la siguiente clasificación:
Tareas de carácter abierto (Poulton, 1.957): Requieren la intervención prioritaria del “feedback” externo o periférico. Tiene una gran importancia las informaciones visuales y auditivas. También es una situación clásica de los deportes colectivos y juegos individuales (tenis, bádminton, etc) y muy poco destacada en el atletismo.
Tareas de carácter cerrado (Poulton, 1.957): Su ejecución esta controlada de manera predominante por los circuitos de “feedback” interno. Adquiere una especial relevancia la información sensorial de carácter propioceptivo. En este caso se incluyen las especialidades atléticas, lo cual no excluye la importancia de las informaciones visuales y auditivas.
Desde la perspectiva de la regulación temporal del movimiento (Rarell, 1974) y (Singer, 1980), se encuentran tareas:
Predominantemente perceptivas y abiertas (regulación externa)
Predominantemente habituales y cerradas (autorregulación)
Regulación mixta (Singer, 1.980) (regulación externa e interna).
En el caso del atletismo, las situaciones que definen las condiciones del entorno, en general, son estables y previsibles (predominantemente perceptivas y de carácter cerrado). Ahora bien, existen algunas situaciones excepcionales que confirman la regla: las maniobras tácticas de los adversarios en las carreras de resistencia; la posible variabilidad de la intensidad y dirección del viento en los saltos horizontales y verticales, etc. que aumentan el protagonismo del mecanismo perceptivo y de decisión.
Mecanismo de decisión. Dentro de este apartado se consideran las siguientes variables (Bañuelos, 1984):
- Número de decisiones posibles
- Número de respuestas alternativas en cada decisión
- Tiempo requerido para la toma de decisión
- Nivel de incertidumbre con el que se toma la decisión
- Nivel de riesgo que comporta la decisión
- Orden secuencial de las decisiones
- Número de elementos que es necesario recordar para la toma de decisión
En este sentido, la complejidad de las decisiones en el atletismo está muy por debajo de las que hay que tomar en los deportes colectivos, ya que la rutina de actuación está bastante mecanizada. No obstante en ciertas disciplinas, como las carreras de resistencia, es preciso tomar decisiones en tiempos muy breves, ante las maniobras de los adversarios, situación del terreno (maratón o marcha) o sensaciones del propio individuo.
Mecanismo de ejecución. Este apartado incluye tanto los aspectos cuantitativos como los cualitativos, que son responsables, en definitiva, de, de la composición de la acción motriz o técnicas deportivas.
¨ Los aspectos cualitativos (nivel coordinación neuromuscular) (Billing, 1980). Esta variable integra los siguientes aspectos:
Þ Número de grupos musculares implicados: habilidades globales y finas.
Þ Estructura del movimiento: tareas de estructura simple y compleja.
Þ Velocidad de ejecución requerida.
Þ Precisión de ejecución requerida.
El atletismo exige una altísima coordinación en sus acciones, en especial en los concursos (saltos y lanzamientos), distancias de velocidad y vallas. Por ello las técnicas atléticas adquieren una gran importancia en el rendimiento del sujeto, especialmente en las disciplinas más complejas.
¨ Los aspectos cuantitativos (nivel de condición física requerido). En este sentido, todas las disciplinas atléticas dependen también de un altísimo nivel de condición física, tal y como se justificó en la clasificación de las especialidades, si se persiguen rendimientos elevados.
En definitiva, atendiendo a los tres mecanismo indicados, en términos generales, el atletismo exige una capacidad perceptiva y toma de decisiones inferior a los deportes colectivos, pero sin embargo, adquiere un gran protagonismo el mecanismo de ejecución, ya que requiere un enorme despliego de las capacidades coordinativas y condicionales.
7. Los escenarios deportivos
La clasificación de las especialidades atléticas, atendiendo a los escenarios en los que se desarrollan, son:
- Pruebas de Pista: Realizadas tanto en Aire Libre como en Pista Cubierta. Allí se practican las carreras de velocidad, medio fondo, fondo, vallas, obstáculos y concursos.
- Pruebas de Campo a Través: Carreras efectuadas en los escenarios naturales (yerba y/o tierra batida).
- Pruebas de Ruta: Desarrolladas en asfalto (Maratones, carreras populares y Marcha en Ruta).
Clasificación de las carreras y marcha
Existen diversas formas de clasificar las carreras atléticas, según el criterio que se utilice. Los más importantes son:
Según el escenario en dónde se realicen:
- Carreras de pista: Todas las practicadas en el interior de los estadios. Por ejemplo, considerando el programa olímpico: 100, 200, 400, 800, 1500, 5000, 10000, 100/110 m.v., 400 m.v. 3000 m. Obstáculos, 4x100 y 4x400 m.
- Carreras de cross: Las realizadas en espacios de hierba y/o tierra, buscando en sus orígenes terrenos con subidas y bajadas, aunque actualmente se tiende hacia circuitos más llanos.
- Carreras de ruta: Desarrolladas en el asfalto de las calles o carreteras, como maratones, millas urbanas, carreras populares… y la marcha atlética (20 y 50 km).
Según sea la participación individual o colectiva:
- Pruebas individuales: La inmensa mayoría de las carreras.
- Pruebas de relevos: 4x100 y 4x400 metros (programa olímpico).
No obstante, existe una situación mixta, en la que el atleta participa de manera individual, aspirando a un título, y a la vez formando parte de un equipo, cuya actuación será determinante para establecer una clasificación por clubes, autonomías o naciones. Por ejemplo, ciertos campeonatos de campo a través o marcha en ruta.
Según el predominio de condición física exigida:
- Carreras de velocidad o distancias más cortas del programa oficial, como 60 m. (indoor).
- Carreras de resistencia anaeróbica, como los 200 ó 400 metros.
- Carreras de resistencia aeróbica, como la maratón
Este criterio se encuentra estrechamente vinculado a las fuentes energéticas predominantes en las carreras, aspecto que será tratado en las páginas sig
Según la época del año en que se practiquen:
- Temporada invernal: Corresponden las carreras propias de Pista Cubierta, en general con distancias más reducidas que las de Aire Libre, y de Campo a Través que suelen oscilar entre 4 km (cross corto) hasta 13 km (cross largo), en categoría absoluta.
- Temporada de Primavera-Verano: Se incluyen las competiciones de Pista en Aire Libre, que suelen tener su protagonismo en esta época, aunque no se excluye su práctica en invierno u otoño.
Las competiciones de ruta se encuentran muy repartidas durante todo el año.
Según se practiquen en cubierto o al aire libre:
- Carreras de Pista Cubierta: Estas instalaciones suelen ser 200 metros de cuerda y 6 calles. En la parte central de estas instalaciones se realizan las carreras de velocidad (60 metros) y de vallas (60 m.v.).
- Carreras de Aire Libre: Recintos de 400 metros y 8 calles, habitualmente.
Según haya que superar o no obstáculos:
- Carreras lisas
- Carreras de vallas y obstáculos.
Una clasificación genérica, referida al programa olímpico y frecuentemente utilizada, es la siguiente (Ballesteros, 1981):
- Velocidad y velocidad prolongada: 100, 200 y 400 metros.
- Medio fondo corto: 800 y 1.500 metros.
- Medio fondo largo y obstáculos: 5.000 y 3.000 m. Obstáculos.
- Fondo: 10.000 metros
- Gran fondo: Maratón
- Carreras de vallas: 100 metros vallas y 110 m.vallas.
- Carreras de relevos: 4x100 m. y 4x400 metros.
Clasificación de los concursos
Existen también varias formas de clasificar los concursos: saltos y lanzamientos:
Saltos atléticos:
- Saltos horizontales: longitud y triple salto.
- Saltos verticales: altura y pértiga
- Saltos con aceleración en recta: longitud, triple, pértiga.
- Saltos con aceleración final en curva: altura.
Lanzamientos atléticos:
- Aerodinámicos: jabalina y disco
- Pesados: martillo y peso.
- Uso de una o dos manos: peso, disco, jabalina (una); martillo (dos).
- Desde un círculo: peso, disco y martillo
- Desde un pasillo: jabalina